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Actualizado el 19/09/2023 por Azulejos Artegres
Surfeando por la ola de la sostenibilidad: el momento de subirnos a la ola nos está pasando
En la actualidad, nos encontramos en un momento crítico en el que debemos tomar medidas rápidas y efectivas para adoptar una gestión responsable y sostenible. De lo contrario, nos enfrentaremos a un tsunami de compromisos que, de manera abrupta, no habremos integrado en nuestras organizaciones.
Hace ocho años, en septiembre de 2015, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por unanimidad la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este plan de acción establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a desarrollar con horizonte hacia el año 2030. Estos objetivos no solo son responsabilidad de las administraciones públicas, sino que también involucran al tejido empresarial, los centros de conocimiento y la sociedad civil en su conjunto.
En los últimos años, la necesidad de esta transformación hacia la sostenibilidad se ha acelerado exponencialmente. Esto se debe a que la Comisión Europea ha integrado los 17 ODS en sus seis grandes ambiciones: Green Deal o Pacto Verde Europeo, un nuevo impulso a la democracia europea, una economía al servicio de las personas, una Europa adaptada a la era digital, el modo de vida europeo y una Europa más fuerte en el mundo. Estas ambiciones traerán consigo cambios importantes que afectarán a todas las organizaciones, no solo a las grandes empresas y cotizadas.
Alienarse con los objetivos de sostenibilidad supone un compromiso y una oportunidad sin precedentes para alinear los retos de un negocio con la responsabilidad y la sostenibilidad. Cuando las organizaciones trabajan en su proceso de transformación en el marco de la Agenda 2030, lo hacen con un carácter más amplio. La sostenibilidad corporativa busca generar valor con criterios ambientales, sociales y de gobierno, conocidos como criterios ASG (Environmental, Social and Governance en sus siglas en inglés), y compartirlo con todas las partes interesadas, no solo con los accionistas.
Es importante mencionar que muchas organizaciones ya están considerando otras dimensiones en sus decisiones, como los derechos humanos, el impacto climático y medioambiental a largo plazo, la ética y la transparencia. Debemos pensar en un nuevo modelo de relaciones.
Es fundamental que tanto las empresas como las entidades, como el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), que está comprometido con el sector industrial, trabajen con un propósito de desarrollo sostenible y midan su impacto.
Las fuerzas impulsoras de la ola de la sostenibilidad nos arrastran hacia un cambio en nuestra estrategia. Por un lado, tenemos la legislación actual y futura que obliga a las grandes empresas europeas a determinar, medir y mitigar los efectos adversos de sus actividades vinculados con su cadena de suministro. Esto también se aplica a las pymes, los centros tecnológicos y las universidades, dado su papel como proveedores.
Por otro lado, tenemos la presión del consumidor. Cada vez hay una mayor conciencia por parte del consumidor en relación con los valores y prácticas de sostenibilidad y ética. Estos aspectos son considerados al elegir un determinado producto o marca. Sin embargo, es importante destacar que esto puede ser un arma de doble filo. Los compromisos de las organizaciones deben ser reales, convincentes y cercanos, evitando caer en el greenwashing.
Es fundamental comunicar y conectar de forma auténtica con todos los grupos de interés, de manera transparente, coherente, clara y didáctica. También debemos poner en valor las alianzas para multiplicar el efecto transformador de la sostenibilidad.
La competencia también juega un papel importante en esta ola de sostenibilidad. Las organizaciones que apuestan por un propósito de sostenibilidad serán líderes en sus sectores. Según un estudio de Deloitte, el 69% de las empresas encuestadas ya están llevando a cabo acciones de mitigación y el 68% están adaptándose al cambio climático. Además, el 40% de estas empresas acelerará sus esfuerzos en los próximos años.
La estrategia de sostenibilidad debe integrarse a todos los niveles de la gestión corporativa de las organizaciones, afectando a múltiples departamentos. Es un proceso que requiere un cambio de mentalidad, liderazgo, compromiso, recursos y colaboración con todas las personas de la organización, así como la participación de los diferentes grupos de interés.
En resumen, aprender a surfear por la ola de la sostenibilidad es una responsabilidad global y personal. Necesitamos coexistir con nuestro entorno en condiciones favorables y reconciliar el desarrollo económico con el progreso tecnológico, el bienestar social y la conservación de nuestro planeta. La Agenda 2030 es un propósito mundial, ya que actualmente no existe un planeta B.
En el sector cerámico, es importante preguntarnos en qué punto nos queremos posicionar. La sostenibilidad representa una oportunidad para liderar el mercado, pero también es una necesidad imperante. Es hora de tomar medidas y subirnos a la ola de la sostenibilidad.