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Actualizado el 09/05/2025 por Editor Artegres
Resumen de contenidos
¿Sabías que detrás de cada azulejo cerámico que ves en una cocina, baño o espacio comercial hay un complejo proceso científico y tecnológico? La fabricación de azulejos es una fusión entre tradición, innovación e ingeniería de materiales. Este artículo te llevará a descubrir la ciencia y tecnología detrás de la fabricación de azulejos cerámicos, revelando los secretos que hacen posible su durabilidad, diseño y sostenibilidad.
Los azulejos cerámicos no son un invento moderno. Sus orígenes se remontan a civilizaciones como Mesopotamia, Egipto y Persia, donde se usaban para embellecer templos y palacios. Aunque las técnicas han evolucionado, la esencia de mezclar arte con funcionalidad se mantiene.
Con los avances tecnológicos, hoy disponemos de azulejos que imitan piedra, madera, mármol o cemento, y que se adaptan a cualquier estilo arquitectónico, desde rústico hasta minimalista.
Todo comienza con la selección y procesamiento de materias primas. Las más utilizadas son:
Estos componentes se trituran y se mezclan con agua, formando una suspensión llamada barbotina, que será el alma del azulejo.
El agua permite obtener una mezcla homogénea, facilita el moldeado y, posteriormente, debe ser eliminada durante el proceso de secado y cocción. Controlar el nivel de humedad en cada etapa es vital para evitar grietas o deformaciones.
Una vez lista la barbotina, se somete a un proceso de atomización, convirtiéndola en un polvo seco granulado. Este polvo se coloca en moldes donde se prensa a alta presión, dando forma a cada azulejo.
Después, los azulejos se secan cuidadosamente para eliminar la humedad restante sin comprometer su forma.
La cocción es la etapa más crítica. Se realiza en hornos industriales que alcanzan temperaturas entre 1000 y 1250 °C, dependiendo del tipo de cerámica. Esta cocción convierte el azulejo en una pieza sólida y resistente, apta para soportar cambios de temperatura, humedad y uso intensivo.
Antes de la cocción final, se aplica un esmalte cerámico que no solo aporta color y diseño, sino también una capa protectora que aumenta la durabilidad del producto.
Los métodos más avanzados incluyen:
Cada azulejo pasa por pruebas de:
Este control es clave para asegurar que el azulejo llegue perfecto al consumidor.
Hoy en día, los azulejos cerámicos se utilizan en proyectos arquitectónicos emblemáticos alrededor del mundo gracias a su innovación y estética. Algunos ejemplos:
Se utilizan principalmente arcilla, feldespato, arena y otros minerales, combinados con agua para formar barbotina.
El agua permite mezclar los componentes homogéneamente y facilita el moldeado. Más adelante se elimina para garantizar la resistencia del azulejo.
Es una mezcla líquida de arcilla y agua que se utiliza como materia base para formar los azulejos antes de su atomización y prensado.
Mediante esmaltes cerámicos aplicados antes del horneado final, o con técnicas como impresión digital y serigrafía.
Muchas empresas, como Azulejos Artegres, están adoptando prácticas ecológicas, incluyendo reciclaje de materiales, reducción de emisiones y eficiencia energética en sus procesos.
La fabricación de azulejos cerámicos es una extraordinaria muestra de cómo la ciencia, la tecnología y el diseño se unen para crear productos funcionales, duraderos y bellos. Desde la selección de materias primas hasta los hornos de alta temperatura y la decoración con impresión digital, cada etapa es un ejemplo de innovación aplicada.
Además, gracias a la evolución de procesos sostenibles, este sector se alinea con los desafíos ecológicos del presente. Empresas como Azulejos Artegres demuestran que es posible combinar calidad, estética y responsabilidad ambiental.
Así que la próxima vez que veas un azulejo, recuerda: no solo estás observando un elemento decorativo, estás viendo el resultado de siglos de conocimiento, ciencia y tecnología al servicio del diseño.